La Constitución y el arnés

Vivo en una continua contradicción. La frase no es mía, claro que no. Yo soy un perro y no tengo mucha capacidad de expresión. Se la he copiado a mi dueño (el jefe, lo llamo yo para que se venga arriba), que me lo dice cada dos por tres.

¡Este perro vive en una continua contradicción!, dice cada vez que nos vamos a la calle. Es que a mi me encanta salir a la calle. Pero claro, para salir hay que ponerse el arnés y la correa, es obligatorio para no molestar y no hacer perrerías donde uno no debe. Y eso ya no me gusta ni un poquito.

Así que primero me pongo loco de contento cuando me dicen que a la calle, pero luego no quiero el arnés ni en pintura. Por eso lo de la contradicción.

El jefe dice que esto es como lo de vivir en sociedad, que está muy bien y es muy divertido, pero que hay que cumplir unas mínimas normas para que todo vaya medianamente bien. Que nuestra norma principal, dice el tío yéndose por las ramas, es la Constitución, la ley que regula nuestros derechos y nuestros deberes como ciudadanos.

Total, que he llegado a la conclusión yo solito de que el arnés es mi Constitución, porque me da derechos pero también deberes, y me permite convivir con otros perros y humanos en la calle.

Aun así, qué quieres que te diga, es que no soporto el arnés. 


Constitución Española: es la ley que contiene las normas de funcionamiento básico de nuestra sociedad, y establece los derechos y deberes de los españoles a partir de principios básicos como que todos somos iguales ante la ley y que vivimos en un sistema democrático.