El brazalete arcoíris que lleva en la Eurocopa de Fútbol el capitán de la selección de Alemania, el portero Manuel Neuer, se ha hecho visible en todo el mundo. Y es que además de chulo, es el símbolo de los derechos del colectivo LGTBI: la diversidad y la libertad para elegir libremente la condición sexual de cada cual.
Mientras haya personas que se sigan sintiendo discriminadas, maltratadas incluso, al hacer pública su condición sexual, gestos como el de Neuer siguen siendo muy pero que muy necesarios. Y es sobre todo importante, importantísimo, que vengan de todos los lugares posibles, y no solo del propio colectivo que lucha y lucha por defenderlos. Si no, no vamos a ningún lado.
El fútbol, que pese a su repercusión internacional no ha sido un deporte que se haya caracterizado precisamente por la defensa de tales derechos hasta la fecha, da con ello un paso al frente en la visibilidad de esta reivindicación. Y a nosotros nos parece muy importante el gesto del portero alemán. Y es un brazalete que no lo lleva cualquiera: lo tiene ¡uno de los mejores porteros del mundo!
Reivindicaciones ya no solo como las del colectivo LGTBI, sino también las del feminismo o la de tantas otras causas que son absolutamente necesarias y que deberían ser indiscutibles, tienen que ser asumidas por todos: hombres y mujeres; homosexuales, heterosexuales y bisexuales; futbolistas y patinadores… Por tod@s.
Además, Neuer ha elegido el llamado “mes del orgullo” para ponerse el brazalete, que es cuando el colectivo LGTBI reivindica sus derechos en todo el mundo.
El fútbol alemán, y sobre todo su capitán, ha sido valiente al adoptar este gesto, pequeño en la forma pero inmenso en su repercusión. Y le da así enorme visibilidad al colectivo y a un problema que no debería de ser tal, pero que lo sigue siendo para mucha gente. Desgraciadamente, en el siglo XXI la LGTBIfobia sigue existiendo. No hace falta que lo digamos nosotros, porque seguro que muchos la habréis sufrido.
Ayudemos todos a Neuer en esta Eurocopa a detener el penalti más decisivo del mundo:¡el de la intolerancia!