Estaban cansados de un sistema político que no estaba funcionando demasiado bien en España y en el que no se sentían representados. Y encima, les vino una fuerte crisis económica que no les dejaba levantar cabeza. Por eso, muchos ciudadanos, sobre todo jóvenes, decidieron hace ahora diez años juntarse, decir “basta” y sacar su indignación a la calle de forma pacífica: fue el llamado movimiento 15M.
¿En qué consistió en 15M?
Al principio fueron una serie de manifestaciones en toda España, y especialmente en las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, convocadas el 15 de mayo de 2011. ¡Claro, por eso lo del 15M! La gente se movilizó sobre todo a través de redes sociales y se echó a la calle para expresar su descontento. A las primeras protestas le siguieron en días posteriores más protestas y, sobre todo, acampadas callejeras, como la de la Puerta del Sol de Madrid.
Allí, con sus tiendas de campaña, sus sacos de dormir y sus mochilas, gentes de todas las edades y de diferentes ideologías políticas se reunían y hacían propuestas y más propuestas, entre bocatas y bocatas, para combatir los malos hábitos de la política y para tratar de sacar al país de la crisis en la que estaba metido.
¿Qué pretendía el 15M?
Sobre todo, luchar contra todo tipo de desigualdades e injusticias, que eran de varios tipos :
Económicas: debido a la crisis económica, los sueldos eran cada vez más bajos. Los impuestos, cada vez más altos. La gente no podía pagar los alquileres y se les echaba de sus casas. Las cifras del paro estaban disparadas, por encima del 20 por ciento, y golpeaba especialmente a los jóvenes.
Casos de corrupción: los grandes partidos acumulaban casos de corrupción en sus filas. ¡Menuda gentuza había por ahí suelta, aunque llevaran traje y corbata! Y los bancos se seguían haciendo cada vez más ricos, los tíos, mientras que los ciudadanos eran cada vez más pobres, los pobres.
Pero la indignación social llevó también a la preocupación por otros temas tan importantes o más, como el feminismo y el medio ambiente, que tuvieron gran eco en las movilizaciones del 15M.
¿Cómo funcionaba el 15M?
El 15M era un movimiento asambleario. Es decir, que no había jefazos por ahí dirigiendo el cotarro. Se pretendía que todo lo que se decidiera se hiciera a base de votaciones en asambleas. Se trataba de hacer posible un tipo de democracia más participativa, en la que los ciudadanos no nos limitásemos a votar cuando hay elecciones y luego dejar que fueran los políticos los que hicieran… lo que les diera la gana. Sino que todos nos mojásemos y participásemos más en el día a día de la política.
Las redes sociales tuvieron mucha importancia en el movimiento, en su organización y en la manera de convocar a la gente. Hubiera sido difícil que el 15M prosperara sin la existencia de las redes.
Curiosidades del 15M
Una de las cosas más curiosas del 15M fue la cantidad de eslóganes que la gente se inventaba: “no hay pan para tanto chorizo”; “no somos antisistema, el sistema es antinosotros”, “me sobra mes al final de sueldo”, “error del sistema”, “si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir”… Molan, ¿no?
¿De qué ha servido el 15M?
Hay quien dice que en realidad de poco, porque la situación de hoy es muy parecida a la de entonces: crisis económica, políticos que no se entienden, corrupción… Pero sí que hay cosas que han cambiado, ¿no? Por ejemplo, hubo una serie de personas que hasta entonces no se dedicaban a la política profesionalmente que dieron el salto a la política y acabaron ocupando importantes cargos públicos.
¿Qué tiene eso de bueno? Que era gente muy cercana a los problemas de los ciudadanos, cosa que a los políticos profesionales no les suele pasar. Dos casos muy significativos fueron el de Ada Colau y el de Manuela Carmena, que llegaron a ser alcaldesas de Barcelona y Madrid, respectivamente.
El 15M también sirvió para acabar, o casi, con el habitual bipartidismo en los gobiernos de España y en los de muchas comunidades y ayuntamientos. Hasta entonces, casi siempre o gobernaba el PSOE o gobernaba el PP, y punto. Ahora surgen nuevos partidos, como es caso de Podemos, u otros que ya existían y cobran más fuerza, como pasó con Ciudadanos.
Y luego está el llamado espíritu del 15M, que sí que se ha quedado ente nosotros: hoy la gente es mucho más participativa y menos pasiva, no nos callamos ante las injusticias y, como se descuiden nuestros políticos y lo sigan haciendo tan rematadamente mal, rápido nos echamos a la calle.
Eso si, que sea siempre de forma pacífica.