El Gobierno trabaja estos días en una nueva ley que ha levantado bastante polémica. Se trata de la conocida como Ley Trans, que trata de recoger las reivindicaciones del colectivo de personas transgénero para, entre otra cosas, tener derecho a cambiar el sexo en su DNI. Es una ley complicadilla, así que vamos a tratar de explicar a quién afecta, en qué consiste, por qué es tan polémica y, ya de paso, si alguno/a os veis afectado/a por esta ley, nos encantaría que nos dierais vuestra opinión al respecto.

¿A quién afecta le Ley?

Las personas transgénero son aquellas que sienten que su identidad de género no se corresponde con el sexo con el que han nacido. Sería el caso de una persona nacida con órganos genitales femeninos pero que se siente hombre. O el caso de una persona nacida con órganos masculinos que se siente mujer.

¿En qué consiste la Ley?

El objetivo final de la ley es tratar de defender, desde la legalidad, derechos de este colectivo que tienen que ver con la igualdad, con la diversidad y con la forma de definir su identidad.

La Ley facilita, entre otras cosas, la atención médica para operaciones de cambio de sexo o el tratamiento hormonal.

Trata también de hacer más sencillo el acceso al trabajo a este colectivo, que a veces lo tiene difícil por sufrir discriminación, bonificando a las empresas que contraten a personas trans.

Y en los coles y centros educativos, la Ley garantiza que estas personas puedan expresar su identidad de género con la indumentaria o la imagen física que ellos elijan, algo que suele suponerles discriminación, burlas o desprecios con demasiada frecuencia.

Pero también es cierto que la Ley entra en temas muy delicados, como todo o que tiene que ver con la identidad de las personas y de la capacidad de decidir sobre la misma.

¿Por qué es polémica?

El punto más polémico de la nueva Ley tiene que ver precisamente con eso, con la decisión sobre la propia identidad. Esta Ley, tal y como está ahora mismo planteada, te permitiría cambiar tu sexo en el DNI con solo decir que quieres hacerlo, sin necesidad de ningún informe médico previo. Podrías tomar esa decisión por ti mismo a partir de los 16 años.

Y también podrías hacerlo si tienes entre 12 y 16 años y cuentas con el consentimiento de padres o tutores.

Para los defensores de la Ley, con esta medida se conseguiría hacer realidad lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo en 2018: que la transexualidad no es un trastorno.

Pero hay quien opina que esta Ley fomenta que los menores tomen decisiones sin suficiente información. Y se argumenta esto con la existencia de informes que indican que un 85% de menores desiste de su decisión de “ser trans” cuando supera la pubertad.

La Ley está en plena tramitación, y de momento parece que no hay consenso sobre ella ni siquiera dentro del propio Gobierno que, como sabéis, ahora está formado por dos partidos, el PSOE y Unidas Podemos. Ambos opinan de diferente forma sobre la Ley. Así que parece que la cosa va a ir para largo.

Lo que debería quedar claro es que un asunto de tal calibre necesita de un debate serio previo. Se necesita la opinión de profesionales, expertos y, sobre todo, escuchar las necesidades del colectivo implicado.

Una Ley tan compleja como esta no puede quedar reducida a una guerra política más entre partidos, como a las que, desgraciadamente, ya estamos acostumbrados. ¿No os parece?

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