Hello, ¿cómo estáis? A estas alturas deberías saber que los estadounidenses están eligiendo a su próximo presidente, que será o Donald Trump, del partido Republicano, o Joe Biden, del Partido Demócrata. Todos andan pendientes del asunto. Todos… ¿menos tú? Sí, vale, es cierto que EE UU queda lejos, que los americanos son muy suyos, que con nosotros no cuentan para casi nada, que su actual presidente, que tienen nombre de pato (¿y qué?, ¡el nuestro de Picapiedra!), no cae muy bien por aquí…
Conviene saber un poco más de cómo eligen los estadounidenses a su presidente, porque se trata, ahora mismo, del país más importante del mundo. Y sus decisiones al final, para bien o para mal, nos acaban afectando a todos.¡Sí, también a ti!
El proceso de elecciones en Estados Unidos es bastante complicadillo, la verdad. Pero es que el nuestro tampoco se queda corto. Vamos a tratar de simplificarlo al máximo y compararlo con el español, a ver si así lo entendemos un poquito mejor.
Lo primerito de todo, una diferencia muy clara: en España hay un rey. En EE UU, no saben lo que es eso. Bueno, sí. Por la películas. De todas formas, en España que haya rey no influye en nuestro sistema electoral, porque al rey no le votamos.
Lo segundo es cómo se estructura el país: Estados Unidos está compuesto por diferentes estados. Claro, por eso se llama así, son estados unidos. Es parecido a nuestras autonomías, pero los estados de EE UU, que son 50, tienen distintas competencias o poderes, y son los que marcan el sistema de elección.
Lo tercero es la fecha de la elección, donde ya uno se mosquea porque parece que le están tomando el pelo: en EE UU es siempre el primer martes después del primer lunes del mes de noviembre. ¿Y eso tan raro por qué? Dicen los americanos (y además, para más cachondeo, lo dicen en inglés) que se hace en noviembre porque todavía no es invierno y así es más fácil ir a votar. ¡Como si allí no supieran lo que son los abrigos, los guantes y las bufandas! Y lo otro, lo del primer martes, es para evitar que la fecha coincida con la festividad de Todos los Santos (1 de noviembre). ¡Ya decíamos que estos americanos son muy suyos!
Vamos a la elección, que es lo más complicado. ¿Cómo eligen los estadounidenses a su presidente? En realidad, los ciudadanos no votan directamente al candidato a presidente. Por eso se le llama elección indirecta. Su voto lo deciden al final unos señores que se llaman compromisarios, y que se reparten por los estados dependiendo de la población. Son un total de 538 compromisarios en todo el país.
Veamos un ejemplo: al estado de California, uno de los más poblados, le corresponden 55 compromisarios. Los californianos, que así se llaman los señores que viven allí, depositan su voto, y eligen entre los dos candidatos. Después se aplica, por lo general (no siempre es así, pero casi siempre) lo que los americanos llaman “winner-take-all”. Como la canción de Abba. En español diríamos que “to-pal-que-gana”. Quiere decir que si Trump consigue más votos que Biden en California, aunque sea solo uno más, los 55 compromisarios de California se comprometen a votar a Trump: “to-pal-que-gana”.
Luego hay que sumar los votos de todos los compromisarios de todos los estados: los 55 de California, más los 38 de Texas, más los 29 de Nueva York… Al final, para ser presidente, un candidato tiene que sumar la mitad más uno como mínimo del total. Es decir, el voto de al menos 270 compromisarios. . Quien lo consiga, tendrá “to pa él”
Así que entre el lío del primera martes después del primer lunes, los estados, los compromisarios, las sumas de los votos, etc. todavía no se conoce el resultado definitivo de las elecciones. Pero tengamos un poquito de paciencia, porque muy pronto sabremos si es “to pa Biden” o “to pa Trump”.