¿Un toque de qué…? Os lo habréis preguntado muchos cuando hayáis oído, por primera vez, lo de que se iba a implantar, por culpa del coronavirus, el “toque de queda” en toda España. Y que de hecho ya se ha implantado. Se trata de una medida empleada para limitar el movimiento de las personas a partir de determinadas horas, en este caso por las noches, para tratar de reducir los contagios que está habiendo en el “ocio nocturno”. Es decir, en las fiestas y el cachondeíto.

Para aclarar las cosas un poco más, vamos a distinguir entre “estado de alarma” y “toque de queda”, que no son lo mismo.

El estado de alarma es una situación, prevista en nuestra Constitución, que permite al Gobierno tomar una serie de medidas excepcionales durante una situación excepcional. La situación actual es excepcional por culpa del dichoso bicho. Y las medidas son excepcionales porque restringen nuestras libertades: no nos dejan movernos cuando queremos y por donde queremos, ni juntarnos con quien queramos, etc.

Y el toque de queda es una de esas medidas excepcionales. Lo que hace es limitar nuestros movimientos durante unas horas determinadas. En este caso, se trata de que la gente no salga por las noches, salvo que sea necesario. Es decir, nada de discotecas, ni de fiestas, ni de botellones, etc. Porque, estaremos de acuerdo en que las discotecas, las fiestas, los botellones… no son necesarios , ¿no?

La expresión “toque de queda” asusta un poco porque se solía emplear sobre todo en tiempos de guerra, para que la gente no saliera a la calle. Y en esos casos, como la situación era de violencia, te podían pegar un tiro si no hacías caso.

Ahora no es para tanto. Se supone que es una medida que se toma por el bien de todos, y si no se cumple lo que te puede pasar es que te manden para casa y te pongan una multa, por desobediente y por pasarte de listo.

Que nadir se vaya liar, que “toque de queda” no significa que “toca quedar” con los amiguetes. Es al contrario. La expresión viene de “toque” porque antiguamente era un toque de campana en que avisaba de que todo el mundo para casa. Y “queda” no es de “quedar” para tomar algo, sino del latín “quietus” , que significa “quieto”.

Es decir, que te quedes quietecito en casita.

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