Se llamaba Rafiki, que el lengua suajili significa “amigo”. Pero tenía enemigos en Uganda. Unos cazadores furtivos acaban de matar a Rafiki, uno de los últimos gorilas de montaña, especie protegida por estar en grave peligro de extinción. Rafiki era uno de los animales más admirados en el Parque Nacional en el que vivía.

A sus 25 años, Rafiki era un gorila de espalda plateada, tal vez el más famoso del mundo, muy querido por todos los visitantes del Parque Nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi, en la frontera de Uganda con Ruanda y la República Democrática del Congo, que es uno de los ecosistemas más ricos de África.

El nombre de su hogar, “impenetrable”, se debe al espesor de su bosque. Pero ello no ha impedido, por desgracia, que los cazadores furtivos llegaran hasta él y acabaran con la vida de este admirable animal de espectacular tamaño, que lideraba un grupo de 17 gorilas que ahora se han quedado sin su referente.

Los “espalda plateada” son gorilas macho que cuando maduran toman ese tono plateado en su pelaje por la zona de la espalda, y se convierten en los verdaderos líderes del grupo al que pertenecen.

Por su liderazgo, los gorilas de espalda plateada desempeñan un papel muy importante en la estabilidad del grupo, hasta el punto de que su perdida puede provocar que la manada tenga problemas para encontrar alimento y que el grupo acabe desapareciendo. Un problemón muy gordo para una especie en peligro de extinción.

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la población de gorilas de montaña es de poco más de 1000 ejemplares en todo el mundo, de los cuales casi la mitad viven en este bosque impenetrable de Uganda.

Te sonará el nombre de Rafiki (amigo) porque es también el entrañable personaje de El Rey León, y a lo mejor por una peli titulada también así, que narra la difícil historia de amor homosexual entre dos chicas keniatas.

Que el nombre de Rafiki aparezca en estas tres historias demuestra que todas ellas tienen algo muy importante en común: la amistad.

En Uganda van a echar mucho de menos al amigo Rafiki.

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