Todos sabemos ya que un nuevo virus surgido en la ciudad China de Wuhan ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias de todo el mundo para controlar su expansión. En un país tan especial como China, con un régimen político muy particular que restringe las libertades de sus ciudadanos, el problema se puede complicar. Así ha pasado con uno de los médicos que alertó de la enfermedad cuando se inició, y al que la policía china hizo callar para que nadie supiera lo que estaba pasando. Ahora, el médico ha muerto contagiado. Os contamos la historia del doctor Li Wenliang. Su caso demuestra que hay algo tan peligroso o más que la enfermedad que provoca el virus: la desinformación.
El pasado mes de diciembre, el doctor Li Wenliang detectó en un hospital de la ciudad de Wuhan varios casos de un virus muy parecido a otro que también surgió en China en el año 2003, y alertó a varios compañeros a través de un grupo del wasap chino. Advertía además que todos los casos tenían algo en común: los enfermos habían tenido contacto con un mercado de Wuhan en el que se vendían animales salvajes con escaso control sanitario. Eran las primeras señalas de la aparición del hoy ya conocido como coronavirus de Wuhan.
Aunque no era su intención, el mensaje del doctor fue circulando y circulando y se hizo viral. Y ello también sirvió para que las autoridades chinas lo detectaran. Y estas debieron pensar que en vez de reconocer que tenían un problema, lo mejor y más fácil era… ocultarlo y punto.
¿Qué paso? ¿Se pusieron las autoridades a trabajar de inmediato con el doctor Li para ver qué estaba sucediendo? ¡No! La policía se fue a visitar al doctor para decirle, más o menos, que se estuviera calladito y que dejara de asustar a la gente. Y que si no, caería sobre él ¡el peso de la ley! Mientras, se estaba perdiendo un tiempo precioso para haber atajado el virus desde su origen.
Pocos días más tarde, el doctor Li comenzaba a tener síntomas de la enfermedad y el pasado viernes falleció.
Aunque los datos sobre la enfermedad varían de un día para otro, hasta la fecha hay más de 37.000 casos de infección por el virus de Wuhan detectados en todo el mundo, la mayoría de ellos en China, donde han fallecido más de 800 personas. En España solo se han detectado dos casos. Y nuestras autoridades consideran que de momento el riesgo aquí es “muy bajo”.
Lo sucedido con el doctor Li Wenliang es un claro ejemplo de lo importante que es que todos tengamos libre acceso a la información y que ningún gobierno pueda ocultar la verdad por intereses propios. Pero también que la información que se nos da sea verdadera, bien contrastada y provenga de fuentes oficiales autorizadas. Nada de silencios, bulos o noticias falsas.
Tampoco nos dejemos llevar por alarmismos ni exageraciones. Sigamos las recomendaciones que nos dan los expertos para evitar la propagación. No solo de esta, sino también de otras muchas infecciones. La más repetida es la de lavarse las manos asiduamente con agua y jabón. Bien facilito nos lo ponen.