Muy prontito, del 2 al 13 de diciembre, poco antes de que llegue el tío de la barba blanca y el traje rojo cargado de regalos, llegarán a Madrid unas 25.000 mil personas. Científicos, investigadores, activistas, periodistas, empresarios, representantes de Gobiernos, Organizaciones no Gubernamentales… Y es que se va a celebrar aquí la cumbre del clima, la cita anual internacional más importante para tratar de combatir los efectos del cambio climático. Con la de gente que va a haber en Madrid, esperemos que al tío de la barba blanca no se le ocurra adelantar la Navidad. Para que no te pille despistado cuando empiece, te contamos en qué consiste. ¡No hombre no, la Navidad no! ¡La cumbre del clima!
COP25 es el nombre exacto de esta cumbre del clima. Parece el nombre de un nuevo robot de la Guerra de las Galaxias. Pero significa, por sus siglas en inglés, Conferencia de las Partes (Conference of the Parties). Y de paso, aprendemos un poquito de inglés.
¡Ah!, queda el 25, que es más fácil todavía. Se trata del número de veces que se ha celebrado: twenty five. Así seguimos aprendiendo otro poquito de inglés.
¿Por qué se celebra la cumbre en Madrid? Pues un poco por carambola. El evento se iba a celebrar primero en Brasil, pero llegó un nuevo presidente al que le pasa como al de EE UU. Que no le dan excesiva importancia a estas cosas del cambio climático. En fin… Luego lo iba a celebrar Chile, pero tras los problemas sociales y políticos surgidos allí, decidieron cancelarla.
Entonces llegó España y dijo… ¡nos la traemos pacá! Y aquí la tenemos, adelantándonos al tipo del traje rojo.
¿De qué es la conferencia y quiénes son las partes? Se trata de una reunión anual a escala internacional en la que se pretenden buscar soluciones al problema – mejor dicho, al problemón – de los efectos del cambio climático derivados de la acción humana. Es decir, los causados por las burradas que hacemos nosotros, los hombres.
Las partes, con perdón, son alrededor de 200 Estados miembros, que en su día se comprometieron con la causa y que asisten a la conferencia año tras año. Además de los 200 Estados, también participan otros organismos, instituciones, empresas, etc. No, al tío del traje rojo no se le espera.
La cumbre de este año es especialmente importante porque en ella se pretende activar de una vez por todas un severo plan de acción mundial para que la temperatura del planeta no siga subiendo y subiendo. ¡Es ahora o nunca!
En la cumbre suelen participar también miles de activistas, que organizan actividades reivindicativas para ponerles las pilas a los gobernantes, que se tomen en serio el asunto y que hagan algo de verdad de la buena.
Entre los activistas estará la joven sueca Greta Thumberg, que está ya camino hacia España a bordo del velero La Vagabonde. El barquito recorrerá 4.000 millas de distancia desde Virginia (EE UU), superando vientos y borrascas, durante unos 20 días de navegación.
¿Y por qué Greta no coge un avión y punto, como hacen el resto de los participantes? Pues precisamente porque los aviones, con esos humos que echan, contaminan el medio ambiente. ¿Y de qué estamos hablando? De no contaminar, ¿no? Pues eso.
Así que, por favor, sigamos el ejemplo de Greta y que nadie vaya a tirar estos días (ni nunca ya) bolsas de patatas ni ninguna guarrería al suelo. Que se entere todo el mundo. También el tío de la barba blanca y el traje rojo, que con tanto regalito, lacitos y envoltorio luego lo deja todo perdido.