Eliminar las barreras de género es el principal objetivo de la XIX Semana de la Ciencia y la Innovación de Madrid 2019, que se desarrolla en varias sedes de la Comunidad de Madrid. Y que tiene como lema precisamente el de “Por una ciencia inclusiva”, es decir, que niños y niñas disfruten por igual al ponerse la bata de científic@s.
La Semana celebra además el cumpleaños feliz de un amiguete de todos: la tabla periódica de los elementos que, como todos sabréis, es uno de los logros más significativos de la ciencia, pues permite al menos dos cosas: predecir la apariencia y las propiedades de la materia en la Tierra y en el resto del Universo y… provocar sudores y más sudores en los exámenes de Física y Química. Seguro que más de uno la tenéis colgada, al lado del póster de Messi o de Cristiano, en la cabecera de la cama.
Tampoco se olvida la Semana del 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna, resaltando el papel destacado que tuvo la Estación Espacial de Seguimiento de Robledo de Chavela, muy cerquita de Madrid, en aquella hazaña que fue, como dijo Neil Armstrong tras pisar la Luna, “un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”.
El evento está dirigido a todo tipo de público, pero de manera especial a los estudiantes (mejores o peores, eso da igual). Y entre sus objetivos, además de fomentar la igualdad de género ante la ciencia, están despertar la vocación científica entre los jóvenes, incentivar la participación ciudadana y mostrar lo mucho que saben de ciencia los científicos de nuestra comunidad, que son gente muy lista.
Las actividades se celebran por toda la Comunidad de Madrid, en grandes y pequeñas localidades, en multitud de espacios y sedes, en la montaña y en la ciudad, en laboratorios y centros de investigación, en museos y bibliotecas, en universidades y en colegios. ¡Y hasta en la Luna si hace falta!
Estas son algunas de las actividades más destacadas: visitas a centros de investigación científica y laboratorios de seguridad biológica (con traje de protección, que si no no vuelves). Charlas sobre la amenaza de la computación cuántica (que vete tú a saber qué es exactamente, ya te lo explicarán, pero que da mucho canguelo). Visitas a laboratorios de nanociencia y nanotecnologia (todo muy pequeñito). Experimentar cómo se sienten nuestros abuelitos con lo que llaman un traje de simulación geriátrico, que es ponértelo y echarte ochenta añitos encima de golpe. Y luego gymkanas, juegos de rol, escape rooms, teatro, etc.
¿A qué estás esperando? Despéinate y saca la lengua, ponte la bata blanca, echa humo por las orejas y… consulta toda la programación aquí.