Esta semana se cumplen cincuenta años desde que el hombre pisó por primera vez la Luna lunera. ¿Qué sabes de aquella excursión? ¿Quiénes iban en el famoso cohete? ¿Fue todo real o nos engañaron? ¿Hemos vuelto a ir a la Luna? Parecía entonces que todo iba a ir muy deprisa y que después vendrían Marte, Júpiter, Saturno, la Guerra de la Galaxias, el Imperio contraataca… ¡Un no parar! Pero no ha sido para tanto. Y aquí seguimos, cincuenta años después, sin haber pisado otro planeta. ¿Por qué ha ido todo, como diría Luis Fonsi, tan des-pa-ci-to?
El programa Apollo, desarrollado por la NASA de 1968 a 1975, tenía como objetivo llevar astronautas a la Luna y – tan importante o más – traerlos de regreso a la Tierra.
Seis misiones Apollo lograron el objetivo. La primera y la más recordada fue la llamada Apollo 11, que alunizó en la Luna – ¡claro!, de toda la vida se “aluniza” en la Luna, no se va a alunizar en la playa de Gandía – el 20 de julio de 1969.
Tres astronautas, Armstrong, Aldrin y Collins, iban en la cápsula que llegó a la superficie de la Luna, de la que se bajó el primerito Armstrong, para pasar a la historia como “el primer hombre que pisó la Luna”. ¡Qué tío!
Después bajo Aldrin, que también pasó a la historia pero menos, por segundón, y al que también se le recuerda por haber inspirado el personaje de Buzz Lightyear de Toy Story. Sí, el del “hasta el infinito y más allaaaá…”.
Y luego está Collins, que se quedó en el módulo de mando mientras los otros dos se daban el garbeo lunar, y que también pasó a la historia por ser “el tipo que fue a la luna y no le dejaron ni pisarla”. ¡Que ya le vale, al pobre!
Después del Apollo 11, otras cinco misiones más lograron llegar a la Luna, y en total han sido 12 los astronautas que han pisado suelo lunar, el último en 1972 a bordo del Apollo 17 (ha habido más Apollos que Piratas del Caribe, Guerra de las Galaxias e Indiana Jones juntos).
Y desde entonces, nada de nada. ¿Por qué? Básicamente porque ir y venir a la Luna está muy bien, pero barato no sale. Y pronto empezaron las restricciones presupuestarias en la NASA. Que les tiritaba el bolsillo, vamos.
Luego están quienes defienden la teoría de que no, de que todo fue una mentira cochina, de que lo de la llegada a la Luna fue un cuento que nos quisieron vender para tenernos contentos y ellos seguir con sus gastos y sus historias.
Quienes se apuntan a esta teoría dan todo tipo de argumentos: que por qué se movía la bandera si en la Luna no hay viento, que cómo se protegieron los astronautas de la radiación, que por qué Jesús Hermida resultaba tan cansino…
Y ahí seguimos, cincuenta años después, haciéndonos las mismas preguntas y deseosos de que las misiones espaciales dejen de avanzar tan des-pa-ci-to, cuando lo que más debería preocuparnos no es lo que pueda haber allí arriba, en la inmensidad del universo, sino lo mal que tratamos lo poquito que tenemos aquí abajo, en nuestra preciosa Tierra.
NASA: Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio. Es la agencia del Gobierno de Estados Unidos encargada de la investigación aeronáutica y aeroespacial.
Jesús Hermida: periodista español que narró en Televisión Española la llegada del hombre a la Luna, y al que se le recuerda por ser muy bueno, sí, pero un poco redicho y pedante, el tío.