¿Tenemos motivos para estar orgullosos de nuestros políticos? La celebración este año de la Semana del Orgullo LGTBI no nos ha dejado una buena imagen de ellos. Declaraciones, alusiones y propuestas más o menos desacertadas relacionadas con las reinvindicaciones y situación de este colectivo, han hecho que una fiesta caracterizada siempre por un ambiente de diversidad y tolerancia haya estado marcada más que ningún año por la crispación política. ¡Qué mal rollito!
El acto central de la Semana del Orgullo LGTBI, la manifestación celebrada en Madrid que dicen que es la más grande de Europa, fue todo un éxito de convocatoria, y reunió el pasado sábado en las calles de la capital a más de 400.000 personas según la policía y a 1,6 millones según los organizadores.
Que nadie se alborote, que no es que no sepamos contar. Es que la diferencia de cifras según de quién vengan es de lo más habitual en todas las manifestaciones, y sin duda también está influida, ¡qué penita!, por intereses políticos.
El caso es que hubo, como todos los años, muchísima gente de todas las edades, procedencias y condiciones. Y todo ello en un ambiente pretendidamente festivo que, según la organización, siempre ha querido ser, más que una celebración o una reivindicación, “un elemento transformador de la sociedad”.
Pero hubo también presencia de políticos que no salieron muy bien parados, la verdad sea dicha. Eso sí, con sus excepciones, que siempre las hay.
Todo viene del peso que en las negociaciones políticas de los últimos meses está teniendo Vox, una fuerza política que no gusta en absoluto a las asociaciones organizadoras del Orgullo, debido a sus continuas declaraciones escasamente amistosas con este colectivo.
Como el Partido Popular y Ciudadanos se están mostrando dispuestos a colaborar con Vox para alcanzar pactos de gobierno en ayuntamientos y comunidades autónomas (en Madrid, especialmente), el colectivo LGTBI teme que las exigencias de Vox provoquen la pérdida o el retroceso en muchos de los derechos conseguidos en los últimos años, que han convertido a España en uno de los países más avanzados en materia de legislación LGTBI.
Ciudadanos, que quiso estar en la manifestación, fue el que salió peor parado y fue blanco de las críticas del resto de manifestantes.
Al final, la poltica acabó teniendo más presencia de la deseada en una reivindicación que este año estaba especialmente dedicada a las generaciones más mayores, que fueron quienes abrieron el camino para poder alcanzar la situación actual en derechos y libertades.
Una situación de la ya que nadie quiere, ¡claro!, dar marcha atrás.
Legislación LGTBI: con una Ley aprobada el 3 de julio de 2005, España fue el tercer país del mundo en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Actualmente, treinta países (16 en Europa) han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo.